miércoles, 30 de junio de 2021

LAS VEGAS (Calle Cubo, 1)

 


    A principios de los 70, el matrimonio formado por José María Abad y Francisca Revert regentaban el bar "La Ponderosa", ubicado en  el número 1 de la calle del Cubo (en la foto, la tienda de ropa "Flamingos Vintage Kilo"). Sobre el año 1973 y ante el éxito que cosecharon con su salón recreativo del Sardinero (del que hablaremos en una próxima entrada de este blog), decidieron cerrar el negocio de hostelería para abrir la sala "Las Vegas".

    Al tener dos salones en la ciudad, no era raro que rotaran las recreativas entre ellas para mantener el interés de la clientela. De este trasiego solo nos dábamos cuenta los más habituales, que nos reencontrábamos en una sala con las máquinas que habíamos echado a faltar en la otra.

    "Las Vegas" cerró sobre el año 1990. ¿Qué habrá sido del luminoso que coronaba la entrada, con el dibujo de un vaquero preparado para desenfundar sus pistolas?.

martes, 29 de junio de 2021

ZIOR (Calle Ruamayor, 10)


 

    Subiendo por la calle Ruamayor, un poco más arriba del Cine Los Ángeles, se encontraba el Salón Recreativo Zior, propiedad de la familia Roiz (de ahí el nombre del negocio) En la actualidad, el local sigue en propiedad de dicha familia, pero lo han dedicado a la venta e instalación de puertas blindadas y armarios a medida. Era un local espacioso, con dos plantas. Al entrar, junto a la pared derecha, te encontrabas con una larga fila de pinballs y máquinas electromecánicas. Al fondo, junto al despacho del jefe, había un gran arcón frigorífico rojo de Coca-Cola que, por poco dinero, te proporcionaba la chispa de la vida encerrada en una botella de cristal. En la zona central había una fila de futbolines y a la izquierda tenían dos mesas de billar francés, otras dos de ping-pong y una máquina de discos. La planta superior contaba con seis mesas de billar y otras tres de ping-pong.

    Hasta el momento, la única huella reconocible que he encontrado en Santander de los tiempos en los que los salones recreativos inundaban la ciudad se halla sobre el cartel luminoso de Blindapor que luce sobre la fachada del inmueble. Si se fijan, se ve la sombra dejada por las letras que, hace muchos años, se retiraron de la pared y aún se puede leer "SALÓN RECREATIVO". El día que los vecinos de la escalera hagan una derrama para pintar el edificio, no quedará ninguna prueba de que, en un tiempo, las máquinas recreativas fueron las reinas del ocio juvenil en la ciudad.

    Contaban con una buena selección de los conocidos pinballs de Maresa bajo licencia de Gottlieb, con sus clásicos e imitados diseños obra del dibujante Gordon Morison, Pero también tenían recreativas que no he vuelto a ver en ningún lado. A la izquierda de la entrada había una máquina "Big Ball", de la empresa madrileña Jumaci. En la hilera de pinballs sobresalía un voluminoso volante que pertenecía a una "Le Mans", de Talleres Car. También podíamos jugar con el tanque de la "Attack" de Sega o intentar marcarle gol al portero de la "Mini-Goal" de Coapin

    Quiero agradecerle al propietario de Blindapor la información que me ha proporcionado. Ha completado las lagunas que los años han provocado en mis recuerdos.

Calle Atilano Rodríguez, s/n



    Este es el primer salón recreativo del que tengo recuerdo. Al haber pasado mis primeros años en la calle Cádiz, lo tenía literalmente a la vuelta de la esquina. Siempre que me podía zafar del control de mis mayores, me escapaba a ver cómo otros jugaban al pinball o con las aparatosas máquinas electromecánicas.
    Frente a la estación de tren, cerca de la entrada al Pasaje de Peña y junto a las  escaleras que suben a la rampa de Sotileza, se encontraba uno de los salones más pequeños que he conocido. Era un local estrecho, con una escalera al fondo que ascendía a una primera planta tan minúscula como la inferior. La fachada de la entrada ha sufrido cambios para adecuarse a la actividad empresarial posterior, pero el ventanal de la primera planta sigue como entonces. Siento no poder recordar más máquinas de las que tuvieron en el salón, pero han pasado más de cuarenta años y uno va ocupando las neuronas en otras cosas  : )

ESPECIAL CON LUZ (Presentación)

    Los que ya le hemos dado la vuelta al jamón sabemos qué significa la expresión "especial con luz" (o, más comúnmente, "Special When Lit"). O lo que es una bola extra o una partida por lotería. Y conocemos la ley no escrita de que, en una partida de futbolín, está prohibido voltear los jugadores. Cuando no existían los ordenadores domésticos, las consolas de videojuegos ni Internet, el paradigma de la tecnología aplicada al ocio eran las atracciones electrónicas. El salón recreativo de tu barrio era Disneylandia para pobres. Por un duro podías escoger entre escuchar tu canción favorita, jugar una partida de pinball o echarte un futbolín con un amigo.
    Hace un tiempo intenté encontrar en Internet imágenes del Santander de mi niñez en que apareciera alguno de mis queridos salones recreativos. Y aunque hallé fácilmente cientos de estampas de la evolución de la ciudad a lo largo de todo el siglo XX, no he sido capaz de localizar ni una sola foto de uno de estos salones.

    Tras este primer fracaso, amplié mi búsqueda y me propuse recabar información sobre las ubicaciones de las salas, pero esta tarea fue tan infructuosa como la anterior. Comprendí que el último reducto de estos templos del entretenimiento está en nuestra memoria y morirá cuando nosotros desaparezcamos.
    Esta es la razón, querido lector, por la que hoy me siento ante mi portátil e intento recordar dónde se hallaban los salones que frecuenté. Pero mi memoria es limitada, por lo que te recluto para embarcarte en esta empresa. Si recuerdas la ubicación de algún salón de recreativos o videojuegos de Santander, si puedes enumerar las máquinas con las que contó, si detectas algún error en mis descripciones (la memoria nos juega malas pasadas) o si, en el mejor de los casos, cuentas con alguna fotografía que te tomaron en la celebración de tu Primera Comunión, vestido de almirante y jugando con tus primos al futbolín, ponte en contacto conmigo. Incorporaré tus recuerdos a los míos. Dibujemos el mapa de todos los salones recreativos de Santander.


Este blog está especialmente dedicado a todos los que, cuando
fueron niños, les cayó una filípica (o varias) parecida a esta.